La iniciativa de crear una ley promulgando este especial día se originó en dos mociones que destacan la pertenencia de un alto porcentaje de la población a los credos evangélicos 15,1% población en Chile, según el censo de 2002.
Se reconoce de esta manera a los más de tres millones de fieles evangélicos y protestantes que existen en nuestro país y se fundamenta en que la Constitución vigente garantiza la libertad de cultos, por lo que debe permitirse feriados en forma igualitaria entre las diferentes misiones religiosas.
Esta ley se promulgó el 10 de octubre del 2008 por la entonces presidenta Michelle Bachelet, la cual declaró que este día es "una forma de reconocimiento al aporte que realiza la Iglesia evangélica al progreso nacional en todos los campos, a su prédica de valores que enriquecen nuestra convivencia y afianzan la cultura de la tolerancia y respeto".
Diversas iglesia celebrarán este día de diferentes formas, diciendole al mundo una vez más que Chile será para Cristo
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