TEXTOS BIBLICOS


El evangelio de Jesucristo


 Pastor Ricardo Alarcón Bucarey - Tema edición 6

A la región de Galilea ciudad de Nazaret, llegaba Jesús el nuevo profeta, su fama se había difundido por todos lados, la sinagoga estaba llena de devotos israelitas que entonaban salmos a Dios Todopoderoso, al término de las alabanzas el ministro designó a los que debían según la costumbre dar la lectura a los libros de la Ley, luego lo más importante, sacó el “sacrarium” el libro sagrado de los profetas y lo puso en las manos del joven Jesús de Nazaret, él solamente subió al lugar más privilegiado ante la mirada atenta del pueblo y de los doctores de la Ley, Jesús abrió el libro donde está escrito en el profeta Isaías capítulo 61 y empezó a leer el pasaje, su voz penetraba en los corazones de los oyentes, quienes estaban atentos y admirados por la unción y gracia que brotaban por los labios santos de Jesús.
“EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ EL SEÑOR ESTÁ SOBRE MI, PORQUE ME UNGIÓ JEHOVÁ; ME HA ENVIADO A PREDICAR BUENAS NUEVAS A LOS ABATIDOS, A VENDAR A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN, A PUBLICAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS , Y A LOS PRESOS APERTURA DE LA CÁRCEL; A PROCLAMAR EL AÑO DE LA BUENA VOLUNTAD DE JEHOVÁ, Y EL DÍA DE VENGANZA DEL DIOS NUESTRO; A CONSOLAR A TODOS LOS ENLUTADOS , A ORDENAR QUE A LOS AFLIGIDOS DE SIÓN SE LES DE GLORIA EN LUGAR DE CENIZA, OLEO DE GOZO EN LUGAR DE LUTO MANTO DE ALEGRÍA EN LUGAR DE ESPÍRITU ANGUSTIADO, Y SERÁN LLAMADOS ÁRBOLES DE JUSTICIA, PLANTÍO DE JEHOVÁ, PARA GLORIA SUYA” (Isaías 61:1-3)
Terminada la lectura, enrolla el libro y lo entrega al ministro mientras todos los oyentes atentos y ansiosos esperaban la exhortación a tan sublime lectura, los labios del joven carpintero nazareno, ahora como profeta se abren para declarar la tan sorprendente y gloriosa declaración que daría comienzo a un reinado que no tendría fin:
“Hoy se ha cumplido esta profecía” (Lucas 4:21)
Si Jesús de Nazaret se proclamaba el Mesías, el Cristo (el ungido),  Él trae la buena nueva, Él tiene un evangelio, Él posee el poder para declarar el jubileo el año agradable del Señor, él vino a buscar al perdido, él vino a bendecir a los pobres, sanar los enfermos, resucitar los muertos, dar vista a los ciegos, abrir las puertas de la cárcel, Él trae el evangelio que arregla todos los problemas, él trae la salvación a la humanidad:
“Y EN NINGÚN OTRO HAY SALVACIÓN, PORQUE NO HAY OTRO NOMBRE BAJO EL CIELO, DADO A LOS HOMBRES EN QUIEN PODAMOS SER SALVOS” (Hechos 4:12) y ante el ungido se dobla toda rodilla de los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra.
El evangelio de nuestro Señor Jesucristo es un evangelio práctico, no sólo es predicar sino practicar, es acción, el Cristo de la gloria camina, sana las dolencias, da nuevas oportunidades, abraza, llora, ríe, consuela, este evangelio se vuelve un mandato urgente a sus seguidores: “Id por el mundo y predicad mi evangelio…” (Marcos 16:15)
El evangelio de Jesucristo excluye. “MÁS SI AÚN NOSOTROS, O UN ÁNGEL DEL CIELO, OS ANUNCIARÉ OTRO EVANGELIO DIFERENTE DEL QUE OS HEMOS ANUNCIADO, SEA ANATEMA” (Gálatas 1:8).
El evangelio de Jesús es simple y sencillo, se puede cumplir solo amando: “AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODAS TUS FUERZAS, Y CON TODA TU MENTE, Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”.


Que Dios les bendiga y les guarde siempre.



La guía de la Oración 

Hno. Manuel Parra - Tema edición 5



Padre Nuestro
Reconocer la paternidad de Dios en nosotros, somos sus hijos.

Que estás en los cielos, santificado sea tu nombre
Reconocer su deidad, su gloria y la santidad de su nombre. Este debe ser un momento de total adoración y humillación.
Venga tu reino
Jesús es el reino, esto nos deja muy claro que el reino de Dios se establece aquí en la tierra, siendo el mismo Jesús su mayor representante. Hoy es nuestra responsabilidad que este reino prospere y esto sólo se logra a través de su Espíritu Santo.

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra
Esto hace que el señorío de nuestro Padre gobierne nuestras vidas; y esa misma voluntad que se ejerce en el cielo, se ejerce también en nosotros. Y ésta es buena, agradable y perfecta.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
Somos sus hijos, sus bendiciones están listas para nosotros sólo debemos pedirlas (Véase: San Mateo 7: 7-11)

Perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores
¿Por qué Dios nos manda a pedir primero su bendición (versículo 11) y luego su perdón (versículo 12)? Porque él quiere que primero lo miremos como Padre y después como juez. También debemos dejar en claro que nosotros debemos perdonar primero.

No nos metas en tentación, más líbranos del mal
Dios no tienta a nadie, lo que Jesús nos enseña aquí es que todo está bajo el control de Dios, el enemigo no puede hacer nada, sin que Dios lo permita (Véase Job 1: 6-12) por lo tanto lo que decimos con esto es: Señor no dejes que el enemigo nos tiente, cúbrenos Padre Santo, de todo mal.

Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por todos los siglos
Debemos terminar como comenzamos, reconociendo su poderío, este debe ser un momento de alabanza y adoración a nuestro Dios Padre.

Amén
Así sea.



Las críticas y la regla de oro

Por Luz en el Camino -  Tema Edición 4

El esfuerzo para ganar las armas por medio de las propias reglas, inevitablemente conduce a los hombres a amontonar exigencias humanas como una barrera contra el pecado, porque al ver que fracasan en observar la ley, idean normas y reglamentos de su propia inventiva para esforzarse a obedecerlas.
Todo esto desvía la mente de Dios al yo, el amor a Dios se extingue en el corazón y con eso perece el amor por su prójimo.  Un sistema de invención humana con sus numerosas exigencias, inducirá a sus defensores a juzgar a todos los que no logren alcanzar las normas prescritas en el. Así es como la atmósfera de críticas  estrechas, ahogan las emociones nobles y generosas y hacen que los hombres se conviertan en jueces egoístas. Los fariseos pertenecían a esta clase, no salían de sus servicios religiosos, humillando con un sentido de su propia debilidad, ni  menos agradecidos por los grandes privilegios que Dios les había dado, salían llenos de orgullo espiritual y sus temas de conversación y pensamientos eran yo mismo, mis sentimientos, mis conocimientos, mis caminos, sus propios logros, llegaban a hacer el modelo por medir el juzgar a los demás, poniéndose por ejemplo de alta exaltación, subiéndose al tribunal para criticar y condenar, tomando el lugar de Dios .
 El pueblo participaba en gran medida del mismo espíritu, invadiendo la esfera de la conciencia y juzgándose mutuamente en asuntos que sólo  deben ser solucionados entre el hombre y Dios. Fue referencia a este espíritu y práctica cuando Jesús dijo “NO JUZGUEIS PARA NO SER JUZGADOS” él quiso decir no se establezcan normas, no hagan de sus opiniones conceptos del deber o de sus interpretaciones de las escrituras, un criterio para los demás y no los condenen en vuestros corazones para así alcanzar vuestras ideas.
No critiques a los demás, conjeturando acerca de sus motivos y juzgando, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones, no podemos leer el corazón por ser imperfectos, no estamos calificados para juzgar a otro. El hombre juzga a partir de la apariencia externa. Únicamente Dios es quien conoce los motivos secretos de los actos. Y quien trata tiernamente y compasivamente le corresponde decidir el caso de cada hombre.